DE REFORMAS, LIMPIEZA Y RECICLAJE...


"Suelo tirar la basura para ir reciclando". Así de tajante es la canaria Rosanna en su nueva canción " A las buenas y a las malas". No, no, esto no es ni una crítica musical ni un artículo sobre el medioambiente, para eso ya están los entendidos en la materia.
Esta frase es la que resume el "quid" de mi artículo, me encantó cuando se la oí a Rosanna y llevo un par de días "maquinando" en mi cabecita para poder expresar todo el torrente de ideas que me provocó cuando la escuché.
Empezaré diciendo que mi corazón está en obras, lo tengo lleno de andamios, escaleras, cemento y ladrillos. Los andamios, para poder llegar a los sitios que están muy profundos; las escaleras para subir lo más alto posible y hacer una panorámica de cómo van las obras; y el cemento y los ladrillos para tapar los agujeros y hacer nuevos huecos para rellenar los espacios vacios.
También estoy haciendo limpieza , claro, cuando se está de reformas se tira todo lo viejo y que no sirve y se "recicla" en cosas nuevas y buenas.
Me encanta hacer limpieza porque hasta que no terminas ni te imaginas el espacio libre que te queda para volver a llenarlo. Tengo por costumbre almacenar cosas: recuerdos, sentimientos, palabras... y eso no es bueno. Es bonito, pero "perjudicial para la salud", como el tabaco. ¿De qué sirve guardar las palabras que te dijo tu ex cuando te dejó? ¿ O la "puñalada trapera" de esa amiga que te traicionó? Sólo ocupan espacio y no dejan sitio para "todo lo bueno que está por venir". En realidad, y pensándolo fríamente, sufro como un pequeño " Síndrome de Diógenes", pero en cuanto a sentimientos y recuerdos malos se refiere. Recopilo de todo: desprecios, rechazos, malas caras, humillaciones, traiciones... y luego, claro, cuando me toca recoger sonrisas, cariños, piropos, abrazos, poemas... no tengo espacio dónde guardarlos.
Así que, aprovechando que también en casa me he puesto a hacer limpieza y a ordenar armarios, estoy haciendo lo propio con mi corazón, que es "mi segunda casa", donde quien tiene el privilegio de entrar, tiene el lujo de poder quedarse para siempre... si realmente quiere quedarse, claro. Mucha gente se ha quedado y se queda en la puerta, admirando la fachada, pero a la hora de entrar, se da media vuelta y se va. Mis puertas están siempre abiertas, para que entre aire fresco y limpio... No hay que llamar para entrar.
Con vuestro permiso, voy a seguir "ordenando" este desastre de corazón, que son 34 años almacenando cosas y me queda mucho trabajo por hacer. Y, respecto a las reformas, tengo que hacer un diseño nuevo en el "piso", tengo que redecorarlo; clausurar habitaciones "contaminadas" y construir espacios nuevos, luminosos y positivos.
Os dejo, que tengo mucho lío por aquí. Por cierto, mis obreros hacen "precio" a quien vaya de mi parte y quiera reformar su corazón, así que... ya sabéis. No vendría mal que más de uno, al menos, se lo planteara.

Comentarios

  1. Está bien hacer reformas de vez en cuando, pero hay momentos en los que es inminentemente necesario hacerlo, y de paso hacer limpieza y reciclar tirando toda la basura. Admiro tus sabios consejos, forma de escribir y decir y hacer las cosas, que por cierto las haces estupendamente.
    Un fuerte abrazo Rebecca.

    ResponderEliminar
  2. Eres incondicional ¿eh? Me gusta que te guste lo que escribo, pero ya sabes el refrán... " en casa del herrero cuchillo de palo" o " consejos vendo y para mi no tengo", jajaja. Por cierto, no te puedes imaginar la cantidad de basura que he tirado, más de 6 bolsas, y la de espacio libre que me ha quedado en el armario y en la agenda del móvil, jajaja. Besos a tus princesas.

    ResponderEliminar
  3. Vaya Rebecca el blog se va convertir en uno de consejos y autoayuda jejeje. Me gusta mucho este artículo, es más tanto que creo que voy a empezar a hacer limpieza, lo que pasa que lo mio ni lo reciclo lo tiro directamente mejor!!!!! XDXD

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Cerrado por vacaciones ...

PENSIÓN COMPLEJA (Por Risto Mejide) ...

De violinistas y mendigos ...